Monjas: dícese de aquella mujer católica apostólica y romana, cuyo "matrimonio" es polígamo.
Pues sí así eran y así siguen siendo... Las grandes marcas y las grandes superficies les donan toneladas de poductos. Los armarios estaban llenos de jabones, colonias, desodorantes, esponjas,...
El ayuntamiento les pagaba la luz y el agua. La gente de la calle les donaban maletas llenas de ropa, de hecho en la lavandería tenían una habitación llena de armarios(unos 50 metros cuadrados) llenetica de ropa hasta los topes...eso es lo que había en la lavandería claro está, pero los ancianos solo disponían en sus armarios de dos mudas, siempre dos mudas, la que llevaban puesta y otra de recambio. Los ancianos que tenían dinero (con lo cual allí eran poderosos, muy) Tenían el armarito lleno de ropa, su ropa, pero los que no se lo podían permitir...andaban con esas dos mudas hasta que se les caía a cachos.
El asilo era un lugar muy triste, generalmente allí solo estaban los abuelitos olvidados, abuelitos cuyas familias no querían tenerlos y los dejaban abandonados allí. Una vez paró un taxi en la puerta y de el bajo un ancianito, una monja salió a la puerta para ver que quería y el taxista le dijo que su familia le había dicho que lo trajera hasta aquí. El pobre abuelito con alzheimer no sabía ni quien era, ni donde estaba...su familia le había abandonado. Es lo único bueno que tiene el asilo, que están obligadas a tener ancianos pobres y desvalidos(por que si no les quitan las ayudas y subvenciones) Claro que también las monjas se quedan con las pensiones integras que les da el estado a cada abuelo...Tienes estipulado darles no sé si es un 30 por ciento o más o menos de sus sueldos en mano cada mes, para que dispongan de ellos a su gusto pero claro...eso solo lo hacen con los abuelitos que están bien de la cabeza y que se acuerdan de que tienen ese derecho.
Me acuerdo de un caso en particular justo en la época del cambio de la peseta al euro, os lo diré para que os hagáis una idea de lo ladronas que son. A ese anciano en cuestión todo los meses le daban un billete de 10.000 pts, pero cuando llegó el euro le daban un billete de 50, sería por aquello del redondeo jaaaa, el pobre anciano un día vino a hablar conmigo y me decía que no se lo explicaba, que como podía ser que antes le diera para hacerse el cafetico todos los días y para sus cositas y que ahora casi no le llegara ni para el café.
Para que querían las monjas ese dinero? dónde se quedó el voto de pobreza? ande estará? quién sabe ande...
Como he dicho antes las grandes superficies les regalaban toneladas de comida, frutas verduras, danones,...mil cosas y ellas las metían en las cámara frigoríficas que había en el sótano y muchas de esas cosas no volvían a salir de allí, bueno sí de allí a la basura. Mas de una vez nos llamaron a mis compañeras y a mi, para ayudar a limpiar las cámaras y a tirar las cosas que estaban en mal estado y... se te caían los lagrimones al suelo solo de contemplar aquello. Pensabas en lo que comían los ancianos y luego mirabas aquellas estanterías repletas de comida para tirar...y llorabas, inevitablemente llorabas.
Nunca supe por que se hacía aquello, ni me lo explicaba ni me lo explico. Mas de una vez vi a la monja decirle que no a un abuelito que le había pedido un danone y meses mas tarde me encontraba tirando cajas y cajas de danones al contenedor de basura...
El por qué solo Dios lo sabe...
El día que más se me quedó grabado fue la primeras navidades que pasé allí. Las panaderías les daban montones y montones de cajas con roscones de reyes, para que los abuelitos los comieran. Un día entré a la habitación que tenía Sor Blanca para guardar ciertas cosas de comida y me encontré encima de la mesa por lo menos 100 cajas de roscones, mi sonrisa se hizo super amplia y pensé que eso era muy guay y agradecí para mis adentros a aquellos panaderos que se habían acordado de los ancianitos de asilo. Al día siguiente todos comieron roscones :D y al otro y al otro y al otro y al otro y...al otro.
Los roscones en cuestión se habían convertido en una arma de defensa, aquello no se lo podía comer nadie y menos aquellas pobres personicas con dentadura postiza o con pocos dientes o sin dientes. Me acerque a la monja (tonta de mi) y le dije que aquello era pura piedra y que ellos no se lo podían comer, contestación "pues que lo mojen en la leche" En pocas palabras me vino a decir que le importaba una mierda. Mi cabreo fue monumental, apreté los dientes y me di media vuelta pensando en los buenos roscones y bollos recién hechos que comían ellas casi a diario...
Mis compañeras y yo teníamos la llave del armarito de la comida de nuestra sección. Mis compañeras eran lo más parecido que hay a una monja, pero sin el abito. Pasaban de los ancianos de la misma manera que ellas, pero jaaaaa yo no y cuando sabía que las monjas estaban en misa y mis compañeras no estaban cerca, abría el armarito y llenaba bolsas de comida que luego repartía entre los ancianos. Era lo único que me retenía en aquel apestoso sitio, que yo era la única que hacía cosas por ellos...
La mujer de mi padre trabajaba en la cocina del asilo y ella me contaba verdaderas barbaridades. Que si el caldo para el cocido de 120 personas lo tenían que hacer con un pollo y avecrem, para que aquello supiera a algo, que si a escondidas se metían en las cámaras y sacaban comida extra para echarle sin que las monjas lo supieran y cosas por el estilo. Menos mal que en las demás secciones también había gente que pensaba como yo y actuaba de igual manera, por que si no...pobres ancianos...
Quizás pensaréis en que hacía sanidad, pues sanidad no hacía nada, por que ni siquiera se acercaba por allí. Todos pensábamos que debían de estar super untaditos en dinero, por que aquello no era normal.
Un día al año se los llevaban de excursión a comer a un restaurante, parece bonito a que sí? pero claro si yo ahora digo que no se los llevaban a todos, si no solo a unos cuantos, va cambiando la cosa verdad?, pero si además de eso añado que solo se llevaban a los que más dinero aportaban y que los que más descartaban eran a los inválidos para no tener que ir tirando de ellos con la silla, a que cambia aún más la cosa? Pues así era, tal y como lo cuento, los impedidos se quedaban en el patio viendo como los demás se iban, con sus caras desencajadas de pura tristeza. Definitivamente eso era muy cristiano.
Yo siempre pensé que en un asilo las monjas cuidaban de los abuelitos, me las imaginaba hablando con ellas y haciéndoles muestras de cariño, pero no, nada más lejos de la realidad. Allí no había ni una puta muestra de cariño hacia ninguno, bueno sí, hacia los que más dinero tenían, a esos sí.
En cada habitación dormían tres ancianos y no os penséis que tendrían una cortina que les separase unos de otros y les diera un poco de intimidad, jaaaa, no existía tales cortinas. Daba igual que el de al lado se estuviera muriendo, o estuviera enfermo, daba lo mismo. Y cuales de esos ancianitos se iba a quejar?, pues ninguno, no tenían a donde ir los pobres y les tocaba tragar carros y carretas.
A Sor Estrella la llaman de madrugada para decirle que un anciano a muerto, que hará Sor Estrella? le atenderá? llamará al médico? llamará a la funeraria? o seguirá durmiendo?
El resultado próximamente...
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